En este módulo aprenderás a desarrollar un plan de comunicación interna y externa. A partir de la definición estratégica de tu negocio, podrás alinear tus decisiones de comunicación y marketing con los valores y propósitos que has decidido establecer en tu empresa.
Primero debes conocer tu entorno competitivo y definir tus objetivos empresariales. Luego podrás distribuir tus productos y servicios en tu mercado y difundir mensajes que te definan como empresa y como marca.
Conocimiento:
Podrá identificar los diferentes conceptos relacionados con la planificación estratégica y el marketing, así como las herramientas de análisis de los entornos competitivos que le ayudarán a minimizar los posibles errores en sus planes de mercado.
Habilidades:
Desarrollará habilidades para mejorar la comunicación interna de su empresa. También mejorará su capacidad para reconocer diferentes tipos de clientes, lo que le llevará a considerar segmentos de mercado y el valor del cliente de manera efectiva. Será más capaz de adaptar su producto, su precio, y los canales a través de los cuales será entregado.
Competencias:
Mejorará sus competencias en la definición de objetivos como forma de alcanzar sus estrategias de mercado y en el desarrollo de sus productos de forma organizada, conociendo las motivaciones de sus clientes, aprendiendo a segmentarlos y adaptando su oferta a sus necesidades específicas. Podrá desarrollar ideas abstractas y trabajar en el desarrollo de mensajes impresionantes con una intención de mercado, a través de la creación de una cultura de marca.
Las empresas, como las personas, deben tener un propósito y una personalidad que las defina y las diferencie de otras. En el caso de las empresas, esto se establece a través de la definición de un plan estratégico, en el cual deben describirse su misión-visión-valores así como establecerse objetivos para lograrlos.
La estrategia debe entenderse como un plan de negocios que busca explotar nuestras ventajas competitivas de manera que nos permita diferenciarnos de nuestros competidores, aprovechando nuestras fortalezas empresariales, con el objetivo de crear mayor valor para nuestros clientes.
El PLAN ESTRATÉGICO se propone a nivel de empresa a largo plazo, pero cada área de negocio debe contribuir al cumplimiento de los objetivos bajo las premisas establecidas en su misión, visión y valores. Así, el PLAN DE MARKETING se gestiona a corto plazo, lo que se denomina gestión operativa, y establece sus propios objetivos en el ámbito del marketing considerando la visión estratégica a largo plazo de la empresa.
En las explotaciones agrícolas y las PYMES, debido a su tamaño, el proceso de planificación estratégica general no suele llevarse a cabo, por lo que el plan de comercialización puede ser un sustituto adecuado del plan estratégico.
La formulación de la estrategia comienza con el establecimiento/revisión de la misión, la visión y los valores de la organización por parte de la dirección.
Misión
¿Quiénes somos?
La misión corporativa es una declaración escrita que describe la razón de la existencia de la empresa y su objetivo principal.
Visión
¿Quiénes queremos ser?
La visión de una empresa contempla las metas que nos hemos fijado para el futuro, es la concepción de lo que queremos llegar a ser. La visión es motivadora e inspiradora, por tanto todos los objetivos que nos fijemos deben ser realistas y alcanzables. Sin duda, la visión de una organización nos ayudará a guiar a nuestro equipo hacia una meta.
Valores
¿Qué valores tenemos?
Los valores de una empresa son principios éticos, creencias o cualidades en los que se basa la cultura de nuestra empresa y que nos permiten crear nuestros patrones de comportamiento.
No hay que olvidar que los valores son la personalidad de nuestra empresa y no pueden convertirse en una expresión de los deseos de los gestores sino que deben dar forma a la realidad. Además, los valores de una empresa determinan la manera en que la empresa se relaciona y actúa con los clientes, proveedores, colaboradores, competidores, etc.
Como hemos visto para la definición de la estrategia, hay que definir los conceptos, principios y directrices que deben guiar todas las acciones de la explotación. Sin embargo, si nuestros empleados y colaboradores no son conscientes de la cultura corporativa que debe guiar sus acciones y tareas, será muy difícil encontrar coherencia a la hora de ofrecer una imagen al mercado al que nos dirigimos.
Por eso es esencial el desarrollo de la comunicación interna. El primer elemento que debemos lograr antes de ofrecer un producto en el mercado es que todas las personas que trabajan en la empresa o para la empresa mantengan una visión única y uniforme de lo que hacemos, a dónde debemos ir y qué valores deben guiar nuestro comportamiento.
Muchas empresas están destinadas a fracasar desde el principio. A veces nos dejamos llevar por creencias que no se han contrastado con la realidad de nuestro mercado y las circunstancias de nuestro marco de trabajo. Si bien las nuevas tecnologías ofrecen muchas oportunidades, en un entorno rural pueden surgir muchas dificultades en cuanto a los servicios accesorios, el mercado potencial y la logística. Por ello debemos ser muy concienzudos en la elaboración de un plan de negocios que nos ofrezca ciertas garantías.
El desarrollo de cualquier negocio requiere un estudio previo que permita conocer el estado de aquellos factores que afectan a cualquier planteamiento estratégico y de mercado. Se trata de conocer el macroentorno en el que operamos (situación económica, política, social, etc.) y la situación de mercado en la que competimos (competidores, proveedores, clientes, etc.).
Para elaborar un estudio estructurado y sencillo, existen ciertas herramientas que permiten realizar análisis de situación de forma sencilla. Todo proceso de análisis se basa en la descomposición de un problema en sus partes para comprender individualmente sus puntos fuertes y los que tienen oportunidades de mejora.
En nuestro deseo de implementar una estrategia de marketing, hay 3 modelos analíticos que pueden ayudarnos para este propósito:
Una vez que hayamos hecho este análisis, podremos empezar a definir los objetivos comerciales y de marketing, y podremos empezar a desarrollar acciones para lograrlos.
El llamado análisis PESTEL es un modelo de marketing. Además, este concepto es utilizado como herramienta por las empresas para rastrear el entorno en el que están operando o están planeando lanzar un nuevo proyecto/producto/servicio, etc.
PESTEL es el acrónimo de Político, Económico, Social, Tecnológico, Ecológico y Legal. Da una visión a vista de pájaro de todo el entorno desde muchos ángulos diferentes que uno quiere comprobar y seguir mientras contempla una determinada idea/plan.
Porter reconoció que es probable que las organizaciones vigilen de cerca a sus rivales, pero les animó a que miraran más allá de las acciones de sus competidores y examinaran qué otros factores podrían influir en el entorno empresarial. Identificó cinco fuerzas que conforman el entorno competitivo (mercado).
Hasta ahora hemos analizado los elementos externos a la empresa que pueden ofrecernos oportunidades o amenazas para las que debemos estar preparados desde el punto de vista de nuestro plan de comercialización. Pero también debemos conocer aquellos aspectos internos que pueden tener un impacto positivo (fortalezas) o negativo (debilidades) en nuestro plan de marketing. En este sentido, debemos reflexionar sobre aquellas áreas de nuestra explotación que pueden tener un impacto sobre este. Entre estas áreas debemos considerar la producción, la gestión, la sección financiera, la capacidad logística, el equipo de trabajadores, etc. A partir del conocimiento de nuestra finca podemos identificar las fortalezas y debilidades que tenemos como empresa.
El análisis DAFO es un método estratégico utilizado para identificar las fortalezas, las debilidades, las oportunidades y las amenazas. El DAFO identifica los factores internos y externos que favorecen o impiden lograr nuestros objetivos de marketing o para la finca. La identificación de las DAFO es esencial porque los pasos siguientes en el proceso de planificación de la comercialización pueden derivarse de este análisis y algunos objetivos se podrían establecer desde la perspectiva del análisis DAFO.
La comunicación corporativa incluye los objetivos de comunicación, los canales y los mensajes que lanzamos al exterior, pero también incluye los mensajes y el ambiente de trabajo que generamos internamente en la empresa.
El mercado cada vez más competitivo dificulta establecer relaciones duraderas que generen la fidelidad de los clientes, por lo que es esencial la labor de comunicación y prescripción de nuestros productos por parte de nuestros empleados y socios.
En los negocios la comunicación bidireccional es fundamental, según la cual la empresa transmite a través de sus canales, empleados y colaboradores los mensajes que ayudan a vender nuestros productos. Y, por otra parte, deben recopilar información de las necesidades de nuestros clientes y compradores potenciales, para poder así adaptarse, mejorar sus experiencias y fidelizarlos en el futuro.
Internamente, la emprendedora debe reforzar la filosofía corporativa. A partir de esto, crear una cultura de organización que guíe la forma de hacer las cosas teniendo en cuenta los valores y creencias.
En este tipo de relación es necesario crear un ambiente participativo entre los gerentes, empleados y colaboradores, para generar una atmósfera de confianza. También es esencial establecer una comunicación horizontal, en la que la información no tenga barreras que obstaculicen el diálogo entre el personal y el empleador.
Cuanto mejor sea el ambiente de trabajo interno, mejores serán las relaciones de confianza que se establezcan con el público externo. Esto debería ayudar a alcanzar los objetivos comerciales y estratégicos.
Ya hemos visto algunas de las razones para desarrollar un plan de comunicación interna. Ahora debes elegir tus propios objetivos evaluables:
Hemos mencionado que la misión de la Comunicación Interna es conectar los objetivos de la organización con los de los colaboradores. Para ello, lo importante es encontrar tres o cuatro mensajes clave. Ahora veremos algunas consideraciones importantes a tener en cuenta al crear un mensaje para el colaborador.
Hay muchas herramientas posibles para establecer una sana dinámica de comunicación interna en una empresa. Intenta identificar las que mejor se adaptan a tu forma de trabajo y las que son más adecuadas al tamaño del equipo y al perfil de tus empleados. Debe haber herramientas unidireccionales y bidireccionales que garanticen la retroalimentación entre los gerentes y los empleados. Aquí están algunas de las más comunes:
En cuanto al marco de relaciones, nuestra empresa comparte espacio con diferentes agentes como trabajadores, entidades públicas, clientes y la sociedad en su conjunto. Adaptar el mensaje en cada dirección depende de las necesidades específicas de cada persona, de cómo esa necesidad genera un deseo y una demanda limitada a su capacidad de adquirir un bien o un servicio.
Uno de los objetivos del marketing es identificar esas necesidades y deseos, diseñando productos que satisfagan esos aspectos para generar demanda. Pero para lograr esta función de la comercialización debemos antes definir a quién nos dirigimos.
Entre todo el mercado potencial elegiremos un grupo que será nuestro público o destinatario; cuando diseñemos un producto o comunicación lo haremos pensando en ese destinatario y sus preferencias. Este público es una porción del mercado potencial, que puede dividirse en segmentos o nichos menores de clientes con características homogéneas.
Conociendo los objetivos, sus características, deseos y necesidades, tendremos que diseñar productos diferenciales que satisfagan a estos grupos de manera diferente a la competencia. Debemos ofrecer un valor añadido que nos diferencie de la competencia y que suponga un plus para aquellos que decidan comprar nuestro producto.
Aunque con el análisis de las 5 fuerzas de Porter deberíamos haber sido capaces de identificar y cuantificar nuestro mercado potencial, ha llegado el momento de caracterizarlo identificando su comportamiento y comprendiendo sus preferencias en la manera de comprar y consumir. A veces no estamos interesados en dirigirnos a todo nuestro mercado y trataremos de ir a grupos específicos dentro este, por lo que puede ser interesante dividir el mercado potencial en segmentos o grupos homogéneos con características similares. Por ejemplo, queremos vender un producto exclusivamente a grupos de personas con un alto poder adquisitivo, o queremos dirigir nuestros productos a familias con niños, o bien a personas deportistas y/o preocupadas por su salud, o queremos vender a empresas de catering.
En este sentido, es importante investigar continuamente el mercado para encontrar aquellos grupos que puedan ser de nuestro interés, en términos de valor y en lo relacionado con nuestra misión, visión y valores. Por ejemplo, hemos decidido ser una empresa orientada a la producción de productos ecológicos para proteger nuestros cultivos y ser respetuosos con el medio ambiente, a la vez que protegemos nuestra salud y la de nuestros clientes. En este sentido, podríamos orientar nuestro producto a familias con niños y personas que se preocupan por su salud.
La selección de estos segmentos a los que nos dirigiremos es importante, ya que determinará nuestra forma de dirigirnos y cómo nos comunicaremos con ellos. La segmentación es muy importante; nos permitirá identificar grupos homogéneos con características y necesidades comunes. Nos permitirá adaptar el Marketing Mix (Producto, Precio, Punto de venta y Promoción). Y nos permitirá ser eficientes, ya que podremos dirigir los recursos de marketing que queremos alcanzar.
El objetivo principal es segmentar el mercado para poder dirigir las acciones de marketing a un público con variables comunes. Por lo tanto, cuando vamos a segmentar el mercado debemos adaptar también nuestra estrategia de Marketing Mix.
Para ello, previamente se analizan las diferentes variables de segmentación para conocer los gustos, intereses y motivaciones del potencial comprador. Proponemos algunas cuestiones a tener en cuenta.
A continuación se presentan algunas de las variables de segmentación del mercado más comunes:
Una vez definidos los objetivos empresariales y comerciales es necesario diseñar estrategias. En Marketing tenemos 4 instrumentos básicos para ello. Estos elementos son las variables conocidas como las 4P por las iniciales, en inglés, de cada una: Producto, Precio, Punto de venta y Promoción.
Estas variables suelen ser controlables por la empresa, pero en las PYMES sólo serán relevantes si realizamos un marketing propio en el que podamos mantener cierto poder en el mercado.
Desde el punto de vista del comprador, las 4P se convierten en 4C:
Nuestro producto será cualquier bien o servicio que pueda satisfacer las necesidades de nuestro público objetivo (cliente-comprador). En este sentido, no sólo debemos centrarnos en las características del producto sino también en los beneficios que genera, así como en los sentimientos del consumidor.
Quien compra un producto orgánico, además de la necesidad de comer, busca un producto saludable, que también satisfaga la necesidad de seguridad y tranquilidad que ofrece dicho producto. Debemos considerar qué valores o necesidades pueden ser cubiertos por la compra de productos de patrimonio cultural. Nuestra capacidad de generar experiencias podría vincular la compra de nuestros productos a las necesidades emocionales de estos usuarios, vinculándolas a nosotros a largo plazo (lealtad).
Además de estos conceptos, el producto también consta de otros aspectos como calidad, diseño, marca, servicios, financiación, garantía, etc. Para definir un producto hay que tener en cuenta todo esto y no responder a un criterio simplista. Con esto se genera un valor percibido, lo que hace que cada cliente potencial decida o no comprar y esté dispuesto a pagar un precio u otro.
El conjunto de los diferentes productos que ponemos en el mercado determina nuestra cartera de productos. Debemos decidir sus complementariedades, su homogeneidad y la forma en que los agruparemos (se venderá de forma individual o conjunta).
Cuando definimos las características que distinguen e identifican nuestros productos estamos diferenciando productos, y esta debe ser una de nuestras ventajas competitivas. La manera de diferenciarse es diversa: por calidad, precio, diseño, imagen, servicios, etc. En nuestro caso, el hecho de apoyar a grupos nos diferencia de otros productos tradicionales que no aportan ese valor diferencial, con lo que pueden no tener productos competitivos.
Los aspectos que debemos desarrollar son la marca, la forma y el envase, que facilitarán el reconocimiento del producto, y permitirán la diferenciación y generar una imagen positiva hacia el producto y la empresa.
Marca, posicionamiento y diferenciación
Para reforzar nuestra posición competitiva debemos dotar a nuestros productos de todos los elementos diferenciadores que podamos, para tener un producto más fuerte y poder llegar a más tipos de clientes.
La marca es un valor intangible ligado al producto, incorporando valores culturales y emocionales; los elementos diferenciales son los que se asocian a la marca generando un vínculo emocional con el producto.
Ya hemos hablado del posicionamiento, que es el lugar que ocupamos en la mente del consumidor en relación con otros productos del mercado. En gran medida dependerá de todos los atributos diferenciales que hayamos asociado a nuestro producto, y determinará el grado de preferencia de un consumidor hacia nuestro producto.
Conociendo nuestra posición es relevante para mantener o corregir la posición que tenemos en la mente del consumidor. Hay varias acciones posibles para posicionar los productos:
Ciclo de Vida
Este es un concepto relevante e intenta asemejarse al comportamiento de un producto en el mercado con fases biológicas. De esta manera explicamos la evolución de un producto desde su lanzamiento hasta su desaparición. En este sentido, se definen 4 fases: introducción, crecimiento, madurez y declive. Estas fases están asociadas a la evolución de las ventas y los beneficios, y es una forma estándar de analizar la evolución de un producto, el comportamiento de los consumidores y nuestras estrategias de marketing o competitivas.
La teoría económica clásica establece que cuando un precio cae la demanda tiende a aumentar, y viceversa, e introduce el concepto de elasticidad: si el crecimiento de la demanda es mayor que la disminución del precio, la demanda es elástica y si esto no ocurre es inelástica. La elasticidad depende no sólo del tipo de producto sino también del tipo de consumidor.
El precio de comercialización es el valor monetario que el comprador está dispuesto a pagar por un bien que satisfaga sus necesidades (utilidad) y que el vendedor está dispuesto a vender para cubrir sus costes y márgenes comerciales.
Los costes unitarios, es decir, lo que nos cuesta producir una unidad de producto comercializable, determinan el precio mínimo para no incurrir en pérdidas (ganancias/pérdidas=ingresos-costes) y el precio máximo estará determinado por la sensibilidad al precio de los diferentes segmentos de compradores (el precio medio que un cliente potencial está dispuesto a pagar). Por tanto, la decisión debe tomarse entre estos límites, condicionando la decisión a la obtención de un margen unitario racional que nos garantice una cierta rentabilidad y a la posición competitiva de productos similares o sustitutivos vendidos por la competencia.
Métodos comunes de fijación de precios:
Estrategias
El método del coste nos permitirá fijar un precio mínimo de venta, pero normalmente en el mercado los grandes productores fijan precios que suelen ser la referencia para el consumidor y el resto de los productores se posicionan por encima o por debajo de ese precio.
Nuestra posición en precio puede basarse en la diferenciación del producto que justifique que estemos por encima o por debajo del líder del mercado. En respuesta a esta diferenciación por calidad/servicios (calidad, disponibilidad, garantías, etc.) se determinarán 9 posibles estrategias de precios.
Las estrategias marcadas con una “X” no deben ser tenidas en cuenta. En la línea superior encontramos una posición estratégica en la que ofrecemos mejores calidades, atributos y/o servicios que los líderes del mercado, por lo que en base a nuestra estructura de costes, a partir de nuestras expectativas de rentabilidad y nuestros objetivos comerciales, posicionaremos nuestro precio por encima, igual o por debajo.
Las posiciones marcadas en gris serían aquellas en las que nos diferenciamos en precio, ofreciendo siempre precios más bajos, sabiendo que somos iguales o peores que nuestros competidores en cuanto al producto.
Una vez que hemos definido el producto que vamos a vender y el precio de venta, tenemos que determinar dónde vamos a vender y cómo vamos a hacer llegar el producto al consumidor final. La misión de la distribución es hacer que nuestro producto esté disponible para su compra. En este sentido tenemos que considerar varios conceptos:
Los tipos de canales de distribución se caracterizan por el número de intermediarios que participan entre el productor y el consumidor:
La promoción se basa en la comunicación para transmitir información que estimule la demanda de los productos a los que se refiere. Entre los objetivos de la promoción tenemos:
Además de para estos objetivos podemos utilizar la promoción como una herramienta para:
Dentro de la estrategia comercial la empresa tiene que decidir hacia dónde se dirigen sus esfuerzos de comunicación, si decide destinarlos al canal y a los intermediarios (push) o a los compradores (pull):
Herramientas tradicionales
Herramientas digitales
Web o blog
Un sitio web o un blog son dos herramientas principales en las que centrar una campaña de marketing digital o intermedio. Disponemos de herramientas complementarias de agrocomercio digital como páginas web, redes sociales, plataformas multimedia, foros y otros elementos para lograr una mayor visibilidad de nuestras campañas de comercialización de alimentos.
Motores de búsqueda
El don de la agricultura se mueve y se muestra por sí mismo. Si uno de sus objetivos es estar entre las primeras posiciones o en la primera página de Google, debe necesariamente usar el posicionamiento orgánico (SEO) o de pago (SEM) en su estrategia de agrocomercio online.
Pantallas de publicidad
Es la herramienta digital de comercialización agrícola más cercana y tradicional. Se trata de anuncios (banderolas) de diferentes tamaños y formatos (texto, imágenes, gráficos, vídeos...) que ocupan un lugar destacado en los portales agrícolas de Internet de forma llamativa e impactante.
Correo electrónico
Una herramienta efectiva que se ha adaptado a los cambios. Tiene la capacidad de funcionar en combinación con otras estrategias. El e-marketing en agricultura puede hacerse con bases de datos propias o de terceros, en forma de boletines, catálogos, etc.
Redes sociales
Siguen creciendo desde la llegada del marketing digital. Las redes sociales son un complemento eficaz para la comunicación de contenidos, la creación de agrocomunidades para su servicio o producto, para la creación de marcas y también como medio de atención al cliente.
Marketing Digital
Cada empresa decidirá, según su estrategia, qué canal le conviene más y cuál le da el mayor rendimiento. Lo ideal sería establecer un marketing mix que reúna todos los canales existentes, pero siempre teniendo en cuenta la premisa de no desperdiciar energía en herramientas que no impacten en nuestro cliente objetivo.
El ecosistema en línea ofrece muchas oportunidades
Recomendaciones para trabajar con el marketing digital, las 4F del marketing digital:
Para una mejor comprensión y uso del contenido de este módulo te animamos a revisar nuestros estudios de casos. A continuación encontrarás dos estudios de casos vinculados a cada uno de los capítulos del módulo.
Capítulo 1: Plan de estrategia y comunicación
(Estudio de caso El Madroño, ES)
Las empresas familiares que han optado por una gran profesionalización han definido su misión centrándose en sus puntos fuertes y su visión orientada a una gestión familiar sostenible basada en la comunicación.
Capítulo 3: Comunicación interna
(Estudio de caso El Madroño, ES)
La familia ha establecido un comité ejecutivo donde comparten información y toman decisiones en común. A la vez, mantienen una política en la que los empleados se sienten parte de la empresa y contribuyen a su desarrollo.
Capítulo 5: Marketing Mix
(Estudio de caso Orellana Perdiz y El Madroño, ES)
Se destacan por tener un portafolio de productos diferenciados y de calidad, vinculados al patrimonio cultural (cortijo) y natural (dehesa), con un posicionamiento y canales de distribución nacionales e internacionales.
Capítulo 2: Análisis de mercado
(Estudio de caso Orellana Perdiz, ES)
Tras identificar un cambio de modelo sectorial, decidieron diversificarse construyendo una cartera coherente de productos y servicios en la que supieron aprovechar sus puntos fuertes tratando de superar las dificultades.
Capítulo 4: Conozca sus clientes
(Estudio de caso Orellana Perdiz)
Lanzaron su oferta de servicios turísticos y decidieron dar prioridad a los turistas extranjeros, para lo cual llegaron a acuerdos con canales de distribución internacionales y desarrollaron una estrategia de comunicación adecuada.
Con el fin de adaptar tus conocimientos a un caso real, te proponemos un supuesto para que reflexiones y construyas un caso hipotético basado en tu entorno y tus gustos. Vamos a crear una empresa de turismo en tu finca que vende tus propios productos en la granja y en la región.
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